CHARLIE HEBDO
Me iba a abstener de hacer comentarios sobre mi pensar luego del lamentable suceso en París, pero considerando que soy un latino, descendiente de italianos, libaneses, ticos, santeños, educado en un colegio metodista y bajo una crianza religiosa católica romana, me siento con licencia de opinar como si fuera la mismísima ONU.
Cosas lamentables pasan todos los días en todas partes del mundo. Cosas trágicas, horribles, inhumanas.
¿Pero quiénes las llevan a cabo? De una forma indirecta, nosotros mismos. ¿Cómo? Tomando bandos. Decidiendo quienes son los buenos y los malos. Haciendo juicios. A veces, hasta siendo cómplices del odio, del resentimiento y de la ignorancia.
No juzguemos a grupos, etnias o creencias por las acciones de personas que cometen actos atroces. No generalicemos. Cuando juzgamos a unos, juzgamos a todos.
Lamentable lo ocurrido, cierto es. Pasó antes y volverá a pasar. De eso tenemos poco control. Pero solo aprendiendo a manejar positivamente nuestro dolor, podremos abrir nuestra mente y alma a la verdadera paz y entendimiento.